El cohousing como método alternativo a las residencias de mayores

shutterstock_1070212823(FILEminimizer)

Hacerse mayor hoy en día es algo que no se padece tanto como antes, y no hablamos precisamente de las crisis de los treinta, cuarenta y cincuenta. Sino más bien de cómo la sociedad ha avanzado para permitirnos alargar la esperanza de vida de la sociedad sin comprometer la salud.

No es ninguna novedad que la esperanza de vida ha aumentado considerablemente, y de hecho, actualmente podemos sentirnos orgullosos de haber construido sistemas políticos y sociales que promueven como un valor fundamental la salud, a través de los programas de Seguridad Social.

Aunque en la actualidad se sufre una crisis de estos sistemas, ya que el aumento de la esperanza de vida trae consigo que se tenga que pagar más pensiones, y precisamente no estamos en un momento en el que las aportaciones a la seguridad social sean lo suficientemente cuantiosas como para soportar el pago de todas estas pensiones. La generación del Baby Boom no se ha igualado, y ello supone que la generación X puede tener desigualdades a la hora de jubilarse respecto a las generaciones anteriores.

Pero hoy no venimos a hablar de las pensiones o la edad de jubilación, sino que venimos a hablar de una consecuencia derivada del envejecimiento, como es la imposibilidad de cuidarse por uno mismo. Esta situación se ha solucionado tradicionalmente con las residencias de ancianos.

Pero en los últimos años, el concepto de las residencias de ancianos como tal están cambiando y adaptándose para crear soluciones más adaptadas a las nuevas generaciones y necesidades de nuestros mayores. El cohousing es una de estas nuevas tendencias, que aunque lleva mucho tiempo en nuestra sociedad, no están implantados en España.

En la década de los ’80, la población europea comenzó a implementar el estilo de vida cohousing o covivienda; la iniciativa fue ideada por jóvenes en Dinamarca y Holanda. Consiste en vivir de manera comunitaria pero con vivienda independientes, complementadas por áreas comunes donde los vecinos comparten servicios, actividades sociales, comedores, conciertos, juegos de mesa, parrilladas, etc. En los 80, cuando algunos de aquéllos pioneros comenzaron a envejecer descubrieron que sus necesidades eran diferentes que las de las personas más jóvenes y empezaron a crear comunidades “senior”.

Diversos estudios muestran que el co-housing mejora la calidad de vida de quienes residen en él, ya sean personas jóvenes o adultas mayores. Los lazos que se establecen en este tipo de comunidades y la ayuda mutua que se promueve en ellos, facilitan que las personas sientan una mayor autoestima, tengan una importante red de apoyo y se sientan reforzados y, por tanto, en ese aspecto relacional aumente su calidad de vida. Dicha mejora en la percepción de bienestar promueve que, aunque las enfermedades y dolores sigan presentes, la importancia que se otorga a la percepción de las mismas disminuya.

Una persona de 64 años o más, no tiene por qué tener características particularmente distintas de otra que tenga unos años menos, pero es obvio que a medida que se cumplen años la posibilidad de desarrollar distintos tipos de dependencia, es mayor. Existe otro riesgo grande asociado a la edad, que queda reflejado en el artículo claramente, se trata de la soledad asociada a la llegada de la jubilación, ya que se abandona el trabajo y las redes sociales que se habían establecido en torno a él se ven resentidas. Además desaparecen de manera paulatina amistades y familiares por múltiples razones tales como los motivos laborales, el ingreso en centros residenciales o el fallecimiento. De nuevo, la red social que se establece en el cohousing, contribuye a paliar de manera muy interesante estas circunstancias vitales que ocurren en torno al adulto mayor. Con estos modos de convivencia, refuerzan su autoestima y su autodeterminación.

Otras alternativas al Cohousing

A pesar de que el cohousing es un concepto que puede sorprender a muchos, existen otras soluciones a las residencias de ancianos que también favorecen a una mejor integración y independencia. Este tipo de soluciones las encontramos con los apartamentos tutelados.

Este tipo de apartamentos disponen de todo lo necesario para llevar una vida independiente, pero también añade todos los servicios personalizados de una residencia de ancianos. La implantación de este tipo de apartamentos ha sido generosamente adaptada por Sanvital, una empresa de Madrid que dispone de este tipo de apartamentos y las clásicas residencias de ancianos, en los que encontrarás el mejor equipo humano para que el residente reciba toda la atención, cariño y respeto que merece.

Comparte

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest

Mas articulos