Cuando alguien nos dice que ha sufrido una colecistitis, posiblemente no tengamos ni idea de a qué se está refiriendo, por lo que debemos saber que es una de las causas frecuentes de dolor abdominal agudo, sobre todo en personas mayores de 50 años, cuya incidencia alcanza el 20,9 % de los casos. La colecistitis es una inflamación de la vesícula biliar causada, generalmente, por la obstrucción del drenaje de la vesícula biliar que impide la salida de la bilis debido a la presencia de piedras o cálculos biliares, causando un dolor agudo e intenso.
La colecistitis puede ser aguda, cuando se presenta de forma repentina o crónica, causada por repetidos episodios de colecistitis aguda, lo que provoca que la vesícula comience a hincharse y engrosarse perdiendo con el tiempo su capacidad para concentrar, almacenar y secretar la bilis.
Los principales síntomas de que podemos estar sufriendo una colecistitis aguda son:
- Dolor intenso y agudo que se localiza en la porción media superior derecho del abdomen.
- Dolor que se puede irradiar al hombro derecho y/o a la espalda.
- Dolor abdominal que se intensifica a la palpación del abdomen y/o cuando se respira profundo.
- La parte superior derecha del abdomen se encuentra dura a la palpación y muy dolorosa a la presión.
- Dolor abdominal más intenso después de las comidas, especialmente si son grasosas.
- Flatulencia.
- Ictericia, con color amarillento de la piel y la esclerótica del ojo.
- Fiebre.
- Náuseas y vómitos.
El principal factor de riesgo de padecer una colecistitis es la presencia de cálculos biliares o barro vesicular, en este caso hablamos de colecistitis litiásica. Si no existe la presencia de cálculos biliares estaríamos ante una colecistitis alitiásica, la cual se presenta entre un 5 o 10 % de los casos. Otras causas pueden ser un tumor que evite que la bilis drene, infecciones, sida, problemas en los vasos sanguíneos, etc.
Una vez diagnosticada la colecistitis aguda el profesional especialista instará la hospitalización del paciente para controlar la inflamación de la vesícula y comenzar su tratamiento, lo cual conllevará la oportuna baja laboral. En este sentido, muchos de nosotros desconocemos los protocolos a seguir en caso de causar baja, por lo que la ayuda de Martín Laucirica grupo asesor puede ser fundamental, sobre todo, en el caso de que seamos autónomos y es que esta es una asesoría especializada en temas fiscales, contables, laborales o jurídicos, en la que su equipo multidisciplinar altamente cualificado podrá asesorar, tramitar, gestionar y resolver todo lo relacionado con cualquiera de estos ámbitos en su empresa.
El tratamiento para resolver la colecistitis puede ser médico o quirúrgico. En principio, se comenzará por un tratamiento médico que consistirá en:
- Medicación para aliviar y controlar el dolor.
- Suministración de antibióticos para tratar la infección.
- Dieta absoluta, tanto de alimentos como de líquidos, para dejar reducir la presión sobre la vesícula biliar y dejarla descansar. Se pueden administrar líquidos para evitar la deshidratación, pero solamente por vía venosa.
Es probable que con estas medidas los síntomas se reduzcan en dos o tres días, si bien la mayoría de los pacientes necesitaran que se les realice una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) para drenar la bilis y extraer los cálculos que están obstruyendo las vías biliares o el conducto cístico.
Sin embargo, debido a que estas condiciones podrían repetirse con frecuencia, el especialista podría aconsejar la extirpación de la vesícula biliar, procedimiento que recibe el nombre de colescistectomía, el cual puede realizarse mediante uno de los siguientes procedimientos:
- Cirugía laparoscópica. Un procedimiento mínimamente invasivo que se realiza a través de unos pequeños cortes en el abdomen.
- Cirugía abierta. En el que se realiza una incisión larga en el abdomen.
La alimentación juega un papel importante en este tipo de dolencia, los principales alimentos que se deben evitar son frutos secos, huevo, marisco, salsas, especias, picantes, pescado azul, chocolate, mantequilla, huevo, aceite de fritura, etc., mientras que los alimentos aconsejables serían infusiones calientes de té, manzanilla, sopas vegetales, pescado blanco, conejo, ternera, pollo o pavo sin piel, purés de patatas o legumbres, postres bajos en grasa, pan, etc.
La pancreatitis
Se denomina pancreatitis a la inflamación del paciente, que puede estar originada por diversas causas, una de las más frecuentes es la producida por la presencia de cálculos en el conducto biliar. Cuanto más pequeños sean estos, más probabilidades existen de que se forme una pancreatitis.
Los síntomas de una pancreatitis son dolor en la parte superior del abdominal que puede extenderse a todo el abdomen y a la espalda, pudiendo estar asociado a náuseas y vómitos. Dependiendo del grado de inflamación pueden clasificarse en leves, moderadas y severas, de las cuales aproximadamente un 20 % se consideran severas.