La apnea del sueño en niños pequeños

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La apnea del sueño cada vez está más presente en los niños pequeños. Tanto es así que es creciente la preocupación por este fenómeno en el ámbito de la salud infantil. 

Para empezar hay que definir qué es la apnea del sueño. Se trata de un trastorno que afecta al sueño. Es la interrupción por un corto periodo de tiempo de la respiración durante el sueño.

Según diversos estudios, cada vez es mayor su incidencia entre los más pequeños, por lo que es importante su investigación de forma multidisciplinar. Tiene un impacto directo en la calidad del sueño, en la salud física y también en el desarrollo. 

Es importante conocer este trastorno entre los más pequeños ya que se diferencia de la apnea del sueño en adultos. Como hemos mencionado, puede afectar al desarrollo cognitivo y este se da en las etapas infantiles. 

Para detectar la apnea del sueño hay que conocer las causas subyacentes, los síntomas identificativos y los posibles tratamientos para abordar de manera efectiva este desafío de salud en la infancia.

Dado el aumento de casos, es evidente que la sociedad tiene que conocer más sobre este trastorno. Es fundamental involucrar a todas las partes. En este caso, principalmente a los padres, pero también a su entorno, incluso educadores. De ellos depende que exista una detección temprana para tomar medidas. 

¿Qué es la apnea del sueño en niños pequeños?

La definición de la apnea del sueño es igual para todos los casos, pequeños y mayores. Por tanto, es la detección temporal de la respiración durante el sueño. Se suele producir por la obstrucción de las vías respiratorias. 

Cuando la apnea se produce en niños pequeños hay dos grandes tipos que a continuación explicamos. 

Las apneas obstructivas, es un tipo de apnea del sueño que se da en niños pequeños. Tiene lugar cuando las vías respiratorias experimentan una obstrucción parcial o total durante el sueño. Como explican especialistas con más de 30 años de experiencia Ortodoncia Mirasierra, “la apnea obstructiva del sueño es el tipo de apnea más frecuente entre la población y se produce por la relajación de los músculos de la garganta, que ceden mientras se duerme y tapan las vías respiratorias”. Las causas pueden ser diversas, aunque el agrandamiento de las adenoides y amígdalas es una causa común. Estas estructuras, ubicadas en la parte posterior de la garganta, pueden interrumpir el flujo de aire normal, generando episodios repetidos de obstrucción y dificultando la respiración adecuada.

Por su parte, la apnea central es aquella en la que hay falta de esfuerzo para la respiración. En estos casos, el cerebro no emite las señales necesarias para mantener la respiración regular durante el sueño. No hay coordinación y la falta de coordinación provoca problemas en la respiración. 

Causas de la apnea del sueño

Las causas por las que se produce apnea del sueño entre los pequeños son muchas. No existe una causa común, aunque la más frecuente es tener más grandes de lo que se considera habitual de las adenoides y amígdalas. Si estás son grandes, al encontrarse en la garganta dificultan las vías de respiración durante la noche. Puede ser una dificultad y obstrucción total o parcial. 

Otra causa de la apnea es la obesidad. Como para otras patologías, esta también es un factor de riesgo que puede tener como consecuencia la apnea del sueño. El hecho de tener un peso por encima de lo normal, sobre todo en zonas concretas como por ejemplo el cuello puede ser un indicio de apnea. En este caso debido a que se obstruyen las vías respiratorias por la noche. 

No obstante, existen más causas comunes. Entre ellas las malformaciones en la cara y cabeza, así como el  síndrome de Pierre Robin, que describe lo anteriormente mencionado. Es una malformación congénita que afecta a la cabeza y cuello. Otros motivos con las situaciones neuromusculares. Estas, en muchas ocasiones, debilitan a aquellos músculos que se encargan de mantener abiertas las vías respiratorias. Motivo por el cual, se puede producir la apnea del suelo.

Síntomas 

Darse cuenta de que un niño pequeño tiene apnea del sueño es, en muchas ocasiones, complicado. Son signos que pueden dar lugar a confusión, ya que muchos de ellos son típicos de la infancia y nos los relacionamos con un problema. Por ejemplo, ronquidos llamativos mientras el sueño del niño. Aunque los ronquidos pueden entrar dentro de lo normal, hay veces que son más fuertes de lo normal. Lo que puede deberse a la obstrucción de las vías respiratorias y provocando, en consecuencia, apnea del sueño. 

También es importante prestar atención a las pausas en la respiración durante el sueño de los más pequeños. Es posible que detectemos interrupciones en la respiración que, aunque breves, pueden ser señal de problemas respiratorios. 

Otro síntoma es la sudoración. Los niños que sudan demasiado por la noche también puede tener relación con la apnea. Se debe a que el niño trabaja más de lo normal en la respiración, lo que provoca exceso de sudor. 

No solo eso, otro indicador es el despertarse con frecuencia por la noche mientras se duerme. Cuando un niño se despierta mucho y sin motivo aparente, también puede ser indicio de apnea. 

Además de los síntomas que son evidentes. Quienes padecen apnea del suelo tienden a estar más cansados durante el día y manifestarse en irritabilidad, dificultad para prestar atención e incluso somnolencia. Con las consecuencias que todo esto puede ocasionar. 

Impacto en el desarrollo y el comportamiento de los más pequeños

La apnea del suelo no afecta solo al desarrollo de los más pequeños. Hay que destacar que también afecta al comportamiento. Cuando no dormimos y descansamos bien nuestro comportamiento cambia. Generalmente nos volvemos más irascibles. 

Aunque son muchos los problemas que puede ocasionar, también en el crecimiento. Esto sucede, entre otras cosas, porque la liberación de la hormona de crecimiento está directamente relacionada con el buen sueño, profundo y de descanso. Por lo tanto, la falta de sueño que provoca la apnea afecta a las funciones cognitivas de los niños y, por tanto, a su comportamiento y rendimiento académico. 

Cabe destacar que, a veces, la apnea del sueño en niños pequeños se asocian con algunos trastornos de comportamiento. Por ejemplo, el  déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

¿Cómo se diagnostica?

Para poder diagnosticar correctamente la apnea del sueño en niños pequeños es fundamental que un especialista realiza una evaluación exhaustiva del caso concreto. Los pediatras y especialistas en sueño son las personas que más capacitados están para  utilizar diferentes métodos y detectar si existe o no apnea del sueño y su nivel de gravedad.

Además de la evaluación es necesario hacer evaluaciones clínicas que sirven para detectar factores que han repercutido en el trastorno del sueño. Sirva de ejemplo las obstrucciones o malformaciones faciales. Todo esto, junto a los síntomas, que muestre el paciente sirven de diagnóstico. 

Tratamientos 

Hay muchos tratamientos que se pueden seguir para tratar la apnea del sueño. Cada uno de ellos se adapta a las necesidades individuales. 

Pero, aparte de eso, cabe destacar que una de las intervenciones que más se emplea es la extirpación de las adenoides y de las amígdalas. Sobre todo en aquellos casos donde se identifica que el principal motivo es la obstrucción. Se conoce como adenoidectomía y amigdalectomía y, por su uso y resultado, se ha identificado que es uno de los tratamientos más efectivos para aquellos niños que sufren apnea del sueño. 

Sin embargo, el tratamiento depende de las causas. Por ejemplo, en caso de obesidad, el primer paso a seguir es perder peso. Esta tiene que ser de forma gradual y se tiene que mantener con los hábitos de vida saludables. El segundo paso para estos casos es el uso de dispositivos de presión positiva continua. Estos se emplean para mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño y que por tanto, no se produzca la apnea. Se trata de un tratamiento que está pensado exclusivamente y de forma específica para niños, ya que les proporciona el suministro de aire que necesitan para su cuerpo y que no se produzca la obstrucción. 

Otro tratamiento frecuente es la terapia de posición. Consiste en enseñar e intentar que los niños duerman en una posición concreta. La finalidad es conseguir que con la postura no se obstruyan las vías respiratorias. 

No obstante, estos tratamientos no son siempre efectivos, pues como decíamos depende de cada caso. En casos en los que no son efectivos, se puede elegir, en última instancia, realizar una intervención quirúrgica.

Implicaciones a largo plazo y estrategias de prevención

Cuando la apnea del sueño no se trata de manera efectiva puede tener consecuencias importantes a largo plazo, que afectan tanto a la salud como al bienestar general del niño. 

Atendiendo a los resultados de diversas investigaciones, se ha llegado a la conclusión de que muchas veces, la apnea del suelo durante la infancia, está relacionada con problemas de salud muy extendidos y que afectan durante muchos años, a veces incluso de forma crónica. Por ejemplo, la hipertensión o la diabetes, entre otros. 

Por ello, es fundamental saber prevenir este trastorno y seguir un tratamiento lo antes posible. De esta forma se reducen los riesgos y sus efectos. 

 

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