Decir cabaña en el bosque suena tan idílico como aventurero. Puede sonar a misterioso, como si en le bosque acechará algo al más puro estilo de las películas de terror. Hablar de casa de madera en un lago, el bosque o las montañas, puede hacernos pensar en cosas más románticas, momentos pausados y de relax en medio de la nada. La cuestión es que cuando decimos cabaña, evocamos una imagen y cuando decimos casa de madera, evocamos otra. Pero ¿es lo mismo? ¿Cuáles son las diferencias? Si os surge esa duda incesante martilleando vuestra sesera, este es vuestro sitio. Vamos a tratar de averiguar cuales son las diferencias entre uno y otro (u otros) tipo de vivienda de la mano de nuestros amigos de Pergoland, expertos en la materia y en las construcciones de madera.
La idea de cabaña, evoca minimalismo, aire rústico y “apañao”, madera, chimenea y pocas comodidades, la verdad. Sin embargo, puedes encontrar cabañas perfectamente equipadas con todo tipo de accesorios y comodidades que nada tienen que envidiar a la casa más lujosa. Por el contrario, puedes encontrarte también, casas de madera cuyo aire rústico, no disponga de ninguna comodidad, salvo el calor de la chimenea.
Así que, no podemos decir claramente que la diferencia entre una u otra construcción, se base en su interior o los materiales de construcción empleados. No se trata de un estilo de construcción, más bien, la diferencia estriba en el tamaño, su forma de construirlo y quien lo construyó.
En términos generales, se considera casa, cualquier estructura en la que vive gente. Normalmente, una familia o quizá, más. Tradicionalmente, se considera cabaña a una pequeña casa que ha sido construida con herramientas simples y por la persona que la habita. Es decir, nada de excavadoras, hormigoneras y cuadrillas trabajando de sol a sol.
Aunque, tal vez, la cuestión no sea tan tan tan simple.
Cabaña o casa, casa o cabaña
Dejemos clara una cosa, las cabañas y las casas, no se excluyen mutuamente. Lo que viene a ser que algo, una construcción concreta, puede ser ambas cosas, una cabaña o una casa. Realmente, casa, es cualquier edificio en el que vive una o más familias, ya lo hemos dicho anteriormente. En algunas definiciones, esto incluye animales, como perreras o gallineros, pero en este particular, nos referimos exclusivamente a lugares en los que vive la gente. Para que nos entendamos, una casa es un refugio para humanos.
Como se trata de una definición supermega amplia, podemos decir que un piso o un apartamento, también es una casa y, por lo tanto, también lo es una cabaña. Vamos que todas las cabañas, son casas.
Pero… entonces, ¿Dónde reside esa diferencia?
Tradicionalmente, las cabañas son esas pequeñas casas características de la frontera, esas casas rústicas, rústicas. Se consideran como tal cuando se construyen a partir de troncos y utilizando herramientas sencillas, como martillo y clavos. Por supuesto el hacha, para cortar los troncos. En la mayoría de los casos, el encargado de construir esa cabaña, era la persona que pensaba vivir en ella. El se lo guisaba y el, se lo comía.
Hablamos, claro está, de otros tiempos. En la actualidad, a nadie se le ocurre irse al bosque, talar unos cuantos árboles y hacerse una casita con sus propias manos. Hoy en día, puedes tener tu propia cabaña, puede ser muy grande y contar con muchas comodidades y, aunque pueden hacerse de troncos, a la vieja usanza, no tiene porque. Pueden construirse por las personas residentes, pero tampoco es obligatorio (ni tan sencillo).
En resumen, en el momento actual, dejando atrás lo tradicional, cualquier casa que se construya en una zona rural, generalmente junto a un lago o, en el bosque, puede ser considerada como una cabaña.
Ahora bien, durante nuestras pesquisas, hemos topado con otro término: lodge. Como no sabemos de que va el asunto, seguimos indagando y descubrimos que, esta palabra originaria de otro idioma, viene a ser un edificio principal dentro de un campamento o resort, donde la cabaña es la esencia de la arquitectura predominante. Es decir, en cierto tipo de campamentos y complejos vacacionales, encontramos una cabaña grande rodeada de cabañas menos grandes. La mama de las cabañas, es la que se conoce como lodge y puede ser un gran edificio abierto a reuniones o una cabaña más grande y elegante para otros fines.
Originariamente, el lodge, era una casa utilizada como residencia temporal, a modo de refugio pequeño e improvisado. Como esas pequeñas cabañas que hacían los chavales con ramas de árboles, cartones o lo que se tuviera a mano.
Casualmente, a día de hoy, el lodge es tan solo un refugio temporal o estacional que bien puede ser el edificio principal del campamento. Si nos basamos en estas definiciones, la cabaña se considera cabaña, en función del uso que se le dé. Por ejemplo, si alrededor de la cabaña, se ubican tiendas de campaña donde se instala la familia, amigos o invitados, la cabaña deja de ser cabaña y se convierte en lodge. También se convierte en lodge si su uso es estacional y para actividades.
Llámalo como quieras… ¿casa de campo?
Aceptamos casa de campo como cabaña. O para ser más meticulosos, cottage. Otra forma de decir cabaña, pero con más clase. Una casa de campo, es una casa pequeña, o eso solía ser. Generalmente, estas viviendas, solo tenían un piso, aunque ahora, pueden tener los que el propietario considere.
El término cabaña, es muy utilizado para referirse a casas pequeñas, ya sea en lagos, montes, balnearios… Es muy habitual que la gente que se construye o compra, casas en el campo, las llame cabañas. Incluso en la gran ciudad, puedes encontrar maravillosas casas de campo. Esto sucede porque se construyen las viviendas basándose en esa arquitectura bucólica que tanto nos gusta aunque a muchos, el campo, el bosque o la montaña, cause autentico pavor.
Sigamos con las denominaciones erróneas. Ahora toca el chalet. Se incluye como casa de campo o cabaña. ¿Por qué? Porque sí. Además de porque se trata de construcciones originarias de los Alpes suizos y constituían el estilo típico de las granjas locales. Básicamente, se trata de esas casas bajas con aleros anchos que no son otra cosa que las partes de un techo que sobresale de las paredes del edificio. Así como la casa del viejo de los Alpes, el abuelo de Heidi.
Sin embargo, para nosotros los españoles, los chalets son otra cosa. Viviendas altas, con varias plantas y techos de todo tipo. Al contrario que lo que manda la tradición suiza, en la que puedes encontrar chalets bastante altos con techos muy empinados, pero con paredes muy cortas, de manera que la mayor altura del edificio, está en el techo. Algunos de ellos, no tienen paredes, siendo todo el edificio un gran triangulo, algo que tiene su sentido en zonas donde se acumula mucha nieve.
Fuera de nuestras fronteras, encontramos que los conceptos difieren bastante. No deja de resultar interesante. Lo que queda claro es que los términos citados, cabaña, lodge, cottage o chalet, tienen orígenes diferentes al concepto actual. Nuestra idea de este tipo de viviendas es otra. Nuestra percepción difiere bastante de las mismas. Sin embargo, todo esto, al igual que la palabra piso, apartamento o estudio, solo son palabras para definir o clasificar las casas en general.
Teniendo en cuenta que una casa es ese lugar en el que viven las personas, las cabañas, los alojamientos, los chalets y las viviendas en general, son solo diferentes tipos de casas. Pudiendo ser cada una de un tipo en función de su finalidad. Así como una mansión puede convertirse en mueso, una cabaña, puede ser una casa de campo.
Como tampoco podemos decir que hayamos salido de dudas con tanta definición matruska (una definición dentro de la otra, como las muñecas rusas), quedémonos en lo elemental: una cabaña es una vivienda sencilla, ubicada en las áreas rurales o semirrurales, el campo, el bosque o la montaña. Dispone de lo básico para alojarse y su estilo es indiscutiblemente rústico. Una casa de madera, es una construcción más elaborada que puede contar con varias dependencias y otra serie de comodidades.
En definitiva, se trata de viviendas. Como todo tipo de construcciones, cada una posee sus características particulares para definirlas y cuentan con unos orígenes concretos. Siendo así, difícilmente podremos encontrar cabañas en una gran ciudad, pues no tendría sentido a día de hoy. Tampoco es lo más habitual, encontrarse en medio del bosque con un rascacielos o grandes edificios residenciales.
Tras este repaso por las cabañas y casas de madera, lo único que podemos tener claro es que, si queremos una casa de madera o una cabaña, con todo tipo de comodidades y adaptada a todas nuestras preferencias y gustos, es posible. Tan solo es necesario tener los medios adecuados, el terreno y elegir la casa o cabaña que nos guste, pues podemos encontrarlas prefabricadas o contratar a quien nos la diseñe y construya. No será como las tradicionales, pero seguramente que si la eliges tú, tendrás muy claro de si se trata de una cabaña o una casa de madera.