El dolor de cabeza es uno de los problemas de salud más comunes, y afecta a personas de todas las edades y géneros. Sin embargo, lo que muchos no saben es que, en algunas ocasiones, la causa de esas molestas cefaleas no está en la cabeza, ¡sino en la boca!
La clínica familiar y dental Clínica Dental Santa Clara de Asís quieren hacernos hoy conscientes de que las patologías bucales pueden ser responsables de una gran variedad de síntomas, y las cefaleas son una de ellas. Es decir, las molestias que sentimos en la cabeza, el cuello o incluso en los oídos, pueden originarse en problemas del aparato masticatorio.
Esto incluye los dientes, las encías, las articulaciones temporomandibulares (que conectan la mandíbula con el cráneo) y los músculos que usamos para masticar.
Cefaleas y el aparato masticatorio
Para entender la relación entre el dolor de cabeza y las patologías bucales, es fundamental hablar del aparato masticatorio.
Este aparato incluye los dientes, las encías, los músculos encargados de mover la mandíbula, y la articulación temporomandibular (ATM). La ATM es crucial, ya que conecta la mandíbula con el cráneo, y cualquier alteración en esta zona puede causar problemas de salud general que van más allá de la boca.
Cuando hay una disfunción en el aparato masticatorio, especialmente en la ATM o en los músculos relacionados, es común que los síntomas se extiendan más allá de la boca y afecten otras áreas, como la cabeza. De hecho, se ha demostrado que algunas cefaleas tensionales y migrañas pueden tener su origen en problemas bucales, como una mala mordida, el bruxismo (rechinar de dientes) o desórdenes de la ATM.
El bruxismo, por ejemplo, es un problema muy frecuente en el que la persona aprieta o rechina los dientes, ya sea de forma consciente durante el día o de manera inconsciente mientras duerme. Esta sobrecarga de los músculos puede generar dolor muscular, que se extiende hacia la cabeza y el cuello, provocando cefaleas. Asimismo, el desgaste de los dientes causado por el bruxismo puede afectar la mordida y empeorar la situación, agravando tanto el dolor en la boca como en la cabeza.
¿Cómo saber si el dolor de cabeza proviene de una patología bucal?
Distinguir si el origen de una cefalea está en la boca o no puede ser complicado, ya que muchos de los síntomas que provocan las patologías bucales son similares a los que se experimentan en otros tipos de dolores de cabeza.
No obstante, hay ciertos indicios que pueden hacer pensar que el origen del problema está relacionado con la cavidad bucal:
- Dolor en la mandíbula: Si el dolor de cabeza se acompaña de molestias en la mandíbula, especialmente al masticar o abrir la boca, es posible que el origen sea bucal.
- Chasquidos o ruidos al mover la mandíbula: Algunas personas experimentan un sonido de «chasquido» al abrir o cerrar la boca. Este síntoma suele estar relacionado con problemas en la articulación temporomandibular, y puede estar acompañado de cefaleas.
- Dolor en los músculos faciales: Las personas que sufren de bruxismo o de disfunción de la ATM a menudo experimentan dolor en los músculos de la cara, sobre todo en las mejillas, la sien o la mandíbula. Si el dolor de cabeza se presenta junto con estas molestias, es una señal de que podría haber una conexión.
- Dolor irradiado al cuello y hombros: Las contracturas musculares en el cuello y los hombros también pueden estar relacionadas con problemas en la ATM. Cuando la musculatura de la mandíbula se encuentra tensionada, los músculos del cuello pueden verse afectados, causando dolor que se extiende hacia la cabeza.
- Dolor de oído: El dolor en la zona del oído, que no está relacionado con una infección, podría estar causado por problemas en la ATM. Esta articulación está situada justo delante del oído, por lo que una disfunción en esta área puede causar dolor que se irradia hacia el oído, lo que también puede confundirse con una cefalea.
Tratamientos para el dolor de cabeza relacionado con patologías bucales
Si existe la sospecha de que el dolor de cabeza o los otros síntomas descritos tienen su origen en una patología bucal, el primer paso es acudir a un dentista, preferentemente un especialista en disfunción temporomandibular o un odontólogo con experiencia en oclusión (la forma en que los dientes encajan). El diagnóstico adecuado es clave para tratar este tipo de problemas.
- Férulas de descarga: Para las personas con bruxismo, una de las soluciones más efectivas es el uso de una férula de descarga. Este dispositivo se coloca en la boca, generalmente durante la noche, y evita que los dientes se desgasten por el rechinamiento. Además, ayuda a relajar la musculatura y a reducir la presión en la ATM, lo que puede aliviar tanto el dolor de cabeza como los síntomas en el cuello y la mandíbula.
- Fisioterapia: En muchos casos, el tratamiento de los problemas de la ATM incluye la fisioterapia. Los fisioterapeutas especializados en la ATM pueden trabajar en la relajación de los músculos faciales y cervicales, aliviando las contracturas y disminuyendo la presión sobre la articulación. Ejercicios específicos para la mandíbula también pueden mejorar la movilidad y reducir el dolor.
- Corrección de la mordida: Si el origen del dolor de cabeza está relacionado con una mala mordida, el dentista puede recomendar un tratamiento para corregir la oclusión dental. Esto puede implicar ortodoncia, prótesis dentales o incluso ajustes en los dientes para mejorar el contacto entre ellos al masticar. La corrección de la mordida no solo ayuda a eliminar el dolor de cabeza, sino que también puede prevenir futuros problemas en la ATM.
- Control del estrés: Dado que el bruxismo está a menudo relacionado con el estrés, es importante abordar este factor. Técnicas de relajación, como el yoga, la meditación o incluso la psicoterapia, pueden ser útiles para reducir el estrés y, por lo tanto, disminuir los episodios de rechinamiento de dientes.
- Medicamentos: En algunos casos, el dentista o el médico pueden recetar analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares para aliviar el dolor y la tensión en la mandíbula y los músculos cercanos. Sin embargo, estos tratamientos suelen ser temporales y se usan como complemento a otras intervenciones, como las férulas o la fisioterapia.
¿Cuándo es bucal y cuándo no?
Determinar si el origen de una cefalea es bucal o tiene otra causa es clave para recibir el tratamiento adecuado.
Las cefaleas pueden deberse a muchas razones, como migrañas, tensiones emocionales, problemas en la vista, sinusitis o incluso cuestiones hormonales. Por lo tanto, es importante tener en cuenta varios factores antes de atribuir el dolor de cabeza a un problema dental.
Si los dolores de cabeza son recurrentes y van acompañados de síntomas como dolor en la mandíbula, chasquidos en la ATM, dolor muscular en la cara o el cuello, o molestias en los oídos, hay una alta probabilidad de que el origen esté en la boca. En este caso, lo más recomendable es visitar al dentista para realizar una evaluación completa del aparato masticatorio.
Si no se encuentran problemas bucales evidentes, entonces puede ser necesario acudir a otros especialistas, como un neurólogo o un otorrinolaringólogo, para descartar otras causas.
Consejos para prevenir el dolor de cabeza de origen bucal
Existen algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de sufrir cefaleas causadas por patologías bucales:
- Mantener una buena higiene bucal: La salud dental general es esencial para evitar problemas que puedan derivar en cefaleas. Cepillarse los dientes después de cada comida, usar hilo dental y acudir al dentista regularmente son hábitos que pueden prevenir complicaciones.
- Evitar el estrés: Como ya se mencionó, el estrés es uno de los principales desencadenantes del bruxismo, por lo que aprender a gestionarlo puede ser clave para prevenir los problemas de ATM y las cefaleas asociadas.
- Cuidar la postura: La postura corporal también puede influir en la tensión muscular, tanto en la mandíbula como en el cuello. Mantener una buena postura al sentarse y dormir puede prevenir contracturas que, a su vez, pueden causar dolor de cabeza.
- Evitar masticar chicle o alimentos duros: El exceso de presión en la mandíbula, ya sea por masticar chicle, comer alimentos muy duros o apretar los dientes, puede agravar los problemas en la ATM y provocar dolor de cabeza.
¿Sabías algo de todo esto?
Es sorprendente cómo algo tan común como un dolor de cabeza, vértigos o molestias en el cuello puede estar relacionado con problemas bucales. Muchas veces no somos conscientes de que el origen de estos síntomas está en la boca, ya sea por una mala mordida, bruxismo o problemas en la articulación temporomandibular.
Dado que estos trastornos pueden afectar de manera significativa la calidad de vida, es fundamental prestar atención a las señales que nuestro cuerpo nos da y considerar que, a veces, la solución a nuestros dolores no está en medicamentos, sino en visitar al dentista.
Si notas que tu dolor de cabeza o cuello está acompañado de molestias en la mandíbula, chasquidos al moverla, o dolores en los músculos de la cara, es recomendable acudir a un profesional. Detectar a tiempo un problema bucal podría ser la clave para eliminar estos molestos dolores y mejorar tu bienestar.