Hace muchos años, estoy hablando de cuando se fumaba en las oficinas o cuando las nóminas te llegaban en papel y casi te pagaban en mano, lo de recursos humanos sonaba a idioma de extraterrestres. Sin embargo, en los últimos años se ha convertido en una parcela empresarial esencial. El buen hacer de una empresa depende de que el engranaje funcione a la perfección. Es decir, que todas las piezas vayan encajando y se apoyen una en otra. Pues bien, esto se tiene que hacer desde un buen departamento de recursos humanos.
Muchas empresas, las que ahora se ven abocadas casi al cierre, pensaban que esto de los RRHH era un gasto, nunca lo han visto como una inversión. Y claro, así les ha ido. Ahora mismo hay másteres de ellos, cursos de formación para los empleados para conocer más sobre este tema. Y más ahora que gracias a las nuevas tecnologías tenemos más herramientas para poder hacer una buena y eficaz política de recursos humanos. La verdad es que es algo que a corto medio plazo ya se pueden ver las mejoras.
Eso sí, son muchas las empresas que todavía cometen errores a la hora de realizar una política de recursos humanos. Toma nota para poder evitarlo.
Falta de comunicación interna
Es uno de los principales problemas dentro de las empresas. La falta de comunicación interna puede provocar malentendidos, desmotivación y conflictos entre los empleados, lo que afecta negativamente el ambiente laboral y la productividad de la empresa. Al final, un mal ambiente se acaba notando.
No establecer un sistema de evaluación del desempeño
Está demostrando que sin un sistema de evaluación del desempeño, la empresa no puede identificar y recompensar a los empleados más talentosos, ni ofrecer la oportunidad de mejora a aquellos que no están cumpliendo con sus objetivos. Por eso, hay que buscar ese anclaje de todas las piezas. Esto se puede lograr con herramientas que hay en el mercado como Kairos HR, que es una plataforma de gestión de recursos humanos que gestiona todas las tareas de RRHH desde una misma plataforma. Sin duda, una herramienta básica para las empresas.
No promover el desarrollo profesional de los empleados
Los empleados necesitan motivaciones, el pensar que puede seguir proyectándose profesionalmente. Cuando una empresa no ofrece oportunidades de capacitación y crecimiento profesional a sus empleados, estos pueden sentirse estancados y desmotivados, lo que aumenta el riesgo de rotación de personal.
No tener en cuenta la diversidad y la inclusión
Es un aspecto que hace años no se tenía en cuenta, pero ahora mismo es esencial. La falta de diversidad e inclusión en el lugar de trabajo puede llevar a la discriminación y el bullying, lo que perjudica la cultura organizacional y la reputación de la empresa.
No valorar el bienestar de los empleados
Las empresas tienen que pensar más en sus empleados. Y es que el ignorar la salud y el bienestar de los empleados puede resultar en una alta tasa de ausentismo y estrés laboral, lo que repercute en el desempeño de la empresa. Ahora mismo la salud mental es esencial dentro del buen funcionamiento de una empresa.
No ofrecer un salario y beneficios competitivos
Al final, es una de las claves porque todos trabajamos para ganar dinero. Por eso, la falta de un salario y beneficios competitivos puede llevar a la insatisfacción de los empleados y a la pérdida de talento, ya que estos buscarán mejores oportunidades en otras empresas. Hay que saber valorar a lo que tenemos, y sobre todo, cuidarlo. Ya que encontrar profesionales que los sustituyan pueden ser complicado. A veces es mejor valorar a tu empleado y pagarle un poco más, que echarle y tener que buscar un sustituto, con todo lo que supone.
No tener en cuenta la conciliación entre vida laboral y personal
No se puede ignorar la importancia de la conciliación entre vida laboral y personal puede provocar una alta rotación de empleados, especialmente entre aquellos con responsabilidades familiares. Un trabajador contento nos va a rendir mucho más.
No fomentar un ambiente de trabajo colaborativo
La falta de un ambiente de trabajo colaborativo puede generar competencia desleal entre los empleados y dificultar la cooperación en equipo, lo que afecta negativamente la productividad de la empresa.
No tener un plan de sucesión
La falta de un plan de sucesión puede llevar a que la empresa se vea en apuros cuando algún empleado clave abandone la organización, ya que no existirá una persona preparada para ocupar su lugar.
No escuchar y atender las necesidades de los empleados
Hay que escuchar en todo momento las opiniones y preocupaciones de los empleados, de no hacerlo puede provocar un descontento y falta de compromiso que repercutirá en la producción.
