Las terapias de pareja se perciben en la sociedad como una solución apta para muy pocas parejas o que tan solo acuden los protagonistas de una película o serie. Sin embargo, las terapias de pareja pueden ser beneficiosas para cualquier relación, ya que se puede acudir a un profesional por multitud de motivos.
Y es que las relaciones amorosas son una fuente de apoyo y felicidad, pero como en cualquier tipo de relación se pueden enfrentar desafíos, problemas y dificultades que a veces es complicado solucionar solos. Por ello, cuando estos desafíos se vuelven abrumadores una solución es acudir a terapia. Porque este lugar es un espacio seguro para solventar los problemas y fortalecer la relación.
De esta forma, en este artículo vamos a explicar los principales motivos por los que acudir a terapia de pareja.
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Problemas de comunicación
La comunicación es el pilar fundamental de cualquier relación saludable y duradera. Sin embargo, cuando las parejas tienen dificultades para expresar sus necesidades, sentimientos y preocupaciones, la terapia de pareja puede proporcionar un ambiente neutral donde aprender habilidades de comunicación efectiva. Los terapeutas pueden ayudar a las parejas a identificar patrones de comunicación negativos y enseñarles formas más saludables de expresarse mutuamente.
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Conflictos y peleas constantes
Las discusiones y peleas frecuentes pueden erosionar el vínculo emocional entre las parejas. De esta forma, si los desacuerdos se convierten en una constante y parecen que no tienen solución la terapia puede ser una opción valiosa.
“La terapia de pareja está dirigida a solucionar conflictos. Pero también a superar crisis, resolver problemas de comunicación entre las partes y reforzar los aspectos positivos de la relación. Pero en cuanto a conflictos y peleas constantes los terapeutas buscamos conocer el origen de los conflictos y descubrir la dinámica que está en la base y los alimenta. Para así poder solucionarlos de raíz y poder alcanzar un equilibro satisfactorio para ambas partes”, explican desde Haya Psicólogos, gabinete de psicología en Getafe.
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Falta de intimidad y conexión emocional
La falta de intimidad física o emocional puede generar una sensación de distancia entre las parejas. Los cambios en la dinámica de la relación, como la llegada de hijos, el estrés laboral o problemas de salud, pueden afectar negativamente la intimidad. En terapia, las parejas pueden explorar las razones detrás de la falta de conexión y trabajar en la reconstrucción de la intimidad y la cercanía emocional.
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Infidelidades y desconfianza
La infidelidad es una de las situaciones más dolorosas y difíciles de manejar en una relación. Además, es más común de lo que parece. Según publica el periódico Levante el 42% de los hombres y el 31% de las mujeres ha sido infiel en alguna ocasión.
Poder recuperar la confianza tras una infidelidad y superarla puede ser muy complicado. Es por ello que muchas parejas encuentran en la terapia una oportunidad para reconstruir la confianza y sanar.
Los terapeutas pueden ayudar a las parejas a explorar las razones subyacentes de la infidelidad, abordar el dolor y la traición, así como trabajar en la reparación de la relación si ambas partes están dispuestas a hacerlo.
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Celos
Los celos también son un problema bastante común en cualquier relación amorosa. Porque los celos son emociones naturales que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas, pero cuando se vuelven excesivos o irracionales, pueden dañar seriamente una relación.
Los celos pueden surgir por diversas razones, como la inseguridad personal, la desconfianza o experiencias pasadas dolorosas. Estas emociones intensas pueden llevar a comportamientos destructivos, como el control excesivo, la vigilancia constante o los ataques de ira, que pueden socavar la confianza y la estabilidad en una relación de pareja. Y por ello se tratan en una terapia de pareja, para abordar la raíz del problema y poder reconstruir la confianza.
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Transiciones y cambios en la relación
Ciertos eventos o cambios en la vida como puede ser el matrimonio, la convivencia, la llegada de hijos o la jubilación pueden desencadenar tensiones y desafíos en una relación. Estos momentos de transición pueden poner a prueba la fortaleza de una pareja. Y la terapia puede ayudar a las parejas a navegar por estos cambios, a adaptarse a nuevas circunstancias y a fortalecer su conexión mientras avanzan juntos.
En definitiva, la terapia de pareja ofrece un espacio seguro y confidencial para que las parejas trabajen en sus problemas y fortalezcan su relación. Se puede acudir por multitud de motivos diferentes a terapia, pero la pareja debe mostrar interés y poner de su parte para poder avanzar en la relación.