Las carillas son uno de los tratamientos más utilizados en las clínicas dentales. Sin embargo, no cuentan con la popularidad de otros tratamientos como la ortodoncia invisible o el blanqueamiento dental. Te comentamos las aplicaciones más habituales de las carillas.
Las carillas son finas láminas que se colocan sobre los dientes originales con un efecto estético y restaurador. Además de mejorar la apariencia de la sonrisa, refuerzan las piezas dentales. Es uno de los tratamientos dentales menos invasivos.
En la actualidad, las carillas que más se colocan son las de porcelana y las de composite. Se opta por unas o por otras en función de criterios clínicos, y no solo por su coste o apariencia.
Y es que las carillas de composite son bastante más económicas que las de porcelana, pero también son menos resistentes y duraderas. Estas carillas suelen tener una vida media de entre 5 y 7 años.
El composite es una resina, bastante utilizada en odontología, que permite colocar las carillas en una sola sesión. Gracias a la aplicación de colorantes, el odontólogo puede darle el tono y color adecuado, consiguiendo que pasen desapercibidas.
Las carillas de porcelana se encargan a los laboratorios protésicos dentales. Con la forma y el color estimado. Suelen durar entre 10 y 30 años. Para colocarlas hay que tallar ligeramente la superficie del esmalte, en una medida equivalente al grosor de la carilla. Esto hace, que ante dientes debilitados en exceso, se opte por las carillas de composite.
Para colocar las carillas de porcelana se requieren varias sesiones. Una, que permite al odontólogo encargar la carilla, otra de colocación, una vez se reciba en la clínica y, en ocasiones, otra de ajuste.
Las carillas aúnan la estética dental con la salud y fortalecimiento de los dientes. Lo que las convierte en unas piezas interesantes. Estas son sus principales aplicaciones:
Corregir los dientes desgastados.
Enfermedades como el bruxismo (el rechinar de dientes involuntario) hacen que los dientes se desgasten de manera irregular. Lo mismo nos sucede con determinados hábitos como morder objetos duros o intentar pelar los frutos secos con la boca.
Este desgaste de los dientes, aparte de que crea un efecto estético poco agradable, puede erosionar el esmalte en determinados puntos del diente, propiciando trastornos como la hipersensibilidad dental.
El desgaste se produce de manera irregular, por lo que es frecuente que se originen aristas y salientes puntiagudos que nos produzcan heridas en la lengua o llagas en la boca.
El avance de la edad también es otra causa de desgaste dental. Nuestros dientes por el uso se van deteriorando.
Las carillas dentales refuerzan los dientes naturales y los protegen del deterioro progresivo, devolviéndoles su forma original. Ante estos problemas, las carillas son uno de los tratamientos más eficaces para restaurar dientes desgastados. Los cuales, quedarán protegidos durante toda la vida útil de la carilla.
Una vez esta se desgaste la carilla, se puede colocar una nueva en su lugar. Frenando de esta manera el desgaste dentario.
Mejorar la forma de los dientes.
Dicen los odontólogos de Clínica Dental CIO Arturo Soria, una de las clínicas dentales más prestigiosas de la zona norte de Madrid, que las carillas dentales sirven para corregir pequeñas malposiciones y alterar la forma y el color de los dientes.
Por tanto, las carillas se utilizan con frecuencia para modificar la forma de los dientes originales.
En la mayoría de los casos es un problema genético. Se puede dar el caso de que todos los dientes no sean iguales. Que no haya una armonía en la dentadura. Que tengamos unos dientes más anchos que otros o más grandes. En principio no tiene por qué afectar a la funcionalidad de la boca. Pero si tiene unas repercusiones estéticas que pueden hacer que baje nuestra autoestima y evitemos sonreír.
Por otro lado, antiguas reparaciones, como empastes, pueden hacer que con el paso del tiempo, la forma de los dientes se vea afectada. El composite del empaste se ha ido desgastando y el diente presenta una forma irregular.
Las carillas corrigen todas estas malformaciones, haciendo que el diente afectado se vea mejor integrado en el conjunto de la dentadura.
Blanquear los dientes oscurecidos.
El tratamiento más utilizado para blanquear los dientes es el blanqueamiento dental. Sin embargo, hay determinadas manchas y decoloraciones que no se pueden resolver con esta técnica, por lo que hay que recurrir a la colocación de carillas.
La página web de la BBC aclara que la mayoría de las personas no tenemos los dientes blancos de forma natural. Al menos con ese tono de blanco deslumbrante que nos gustaría lucir.
Por otro lado, existen diferentes factores que hacen que los dientes se oscurezcan y presente manchas difíciles de eliminar.
Una de las causas más conocidas es el hábito de fumar, beber café, beber vino o tomar té negro con frecuencia. La gente tenemos los dientes en función de lo que comemos y lo que bebemos.
El doctor Óscar Castro, presidente del Consejo General de Colegios Dentistas de España, explica que en algunos lugares, los dientes se pueden amarillear solo con beber agua. Esto sucede porque el agua tiene una cantidad excesiva de flúor, lo cual provoca un fenómeno que se conoce como fluorosis. La fluorosis deja manchas profundas en el esmalte dental.
El consumo de ciertos medicamentos, como tetraciclina, que se usa para tratar infecciones bacterianas, altera la composición del diente, haciendo que presente un color pardo estriado.
Enfermedades congénitas como el hipertiroidismo suelen provocar manchas permanentes en los dientes.
Todas estas manchas y decoloraciones se pueden ocultar mediante la colocación de carillas dentales. Uniformando el tono de la dentadura con más efectividad que con el blanqueamiento dental.
Corregir los diastemas.
Los diastemas son una malposición dentaria bastante común en la población. Consiste en que aparece un espacio interdental excesivo, generalmente, entre los incisivos centrales de la arcada superior. Se le llama, popularmente, paletas separadas.
Hay varias causas que pueden producir el diastema. La más frecuente de ellas es que existe una desproporción entre el hueso maxilar y el tamaño del diente. Lo que hace que emerjan separados. Por otro lado, tener un frenillo labial de gran tamaño puede provocar el diastema.
La perdida de dientes y su no reposición con implantes dentales genera que los dientes se separen. Ya que las piezas dentales tienden a cubrir los espacios libres que queden en la dentadura.
El diastema, por lo general, no presenta ningún problema médico. Lo que sí hace es dar una apariencia no normalizada.
Este espacio se puede cerrar mediante la colocación de carillas.
Repara fisuras y fracturas.
Una de las aplicaciones más interesantes de las carillas es la reparación de fracturas y fisuras. Sufrir golpes en la dentadura puede hacer que nuestros dientes padezcan traumatismos que generen grietas o roturas. A veces, estas fisuras son casi imperceptibles, pero dañan la estructura del diente provocando daños mayores con el paso del tiempo.
El composite, o el adhesivo utilizado para colocar la carilla, sella la fisura, evitando que evolucione y la carilla actúa como escudo protector.
De esta manera se consigue salvaguardar el diente original y reforzar la pieza a pesar de que haya sufrido un golpe importante.
Alinear la sonrisa.
Nos llegaría a sorprender la cantidad de famosos que han recurrido a las carillas de porcelana para lucir una sonrisa espléndida.
El digital The Objective nos habla de algunas de las figuras del futbol más relevantes. Y es que futbolistas de cierta edad como Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos o Neymar lucen una sonrisa más bonita ahora que cuando empezaron. Esto se debe, en gran medida, al uso de carillas dentales.
Las carillas, la ortodoncia y el blanqueamiento dental son los tratamientos más utilizados por las grandes figuras del futbol para lucir una sonrisa de anuncio.
Y son, precisamente, los anuncios, la publicidad, lo que ha hecho que los grandes astros del deporte cuiden la apariencia de su dentadura como ninguna generación anterior lo había hecho. Célebres futbolistas como David Beckham han facturado más con la publicidad que con su actividad deportiva.
Con un esmerado estudio de imagen, las carillas pueden moldear la dentadura, logrando que se vea más armónica, simétrica y que encaje mejor en el conjunto del rostro.
El uso de carillas para embellecer la dentadura ya se había utilizado con anterioridad en Hollywood. Figuras del celuloide como George Clooney, Tom Cruise, Nicole Kidman, Emma Watson y hasta nuestra Penélope Cruz se han colocado carillas dentales para lucir una sonrisa deslumbrante.
Todos sabemos lo importante que es la imagen en la actualidad. Una parte importante de esa imagen la representa la dentadura, la sonrisa. Una sonrisa bonita y deslumbrante se gana el favor y la cercanía de todo el mundo.
Hemos visto como los famosos recurren a las carillas dentales para mejorar su apariencia física, pero lo mejor de todo, es que estos tratamientos se han democratizado. No hace falta ser millonario, ni salir en televisión, para alinear la dentadura con carillas.
Las carillas son un tratamiento de primer nivel para reforzar nuestros dientes y presentarlos más bellos.
